El arroyo hace un recodo justo enfrente una portera, Varios alambres tendidos y el sol hiere las cumbreras, Una mujer que se dobla sobre la tabla y es siesta, Blanqueando se va el arroyo con espuma 'e labandera Y melo la ve pasar agua abajo monte afuera.
De guri llene mis ojos infantiles y curiosos, En doblada espalda y cansado paso con rumbo al arroyo, Y de guri comprendi que el pobre es como el abrojo, Se prende para vivir aunque sea en el arroyo, Romantico para el poeta, para el pobre silencioso.
Grande el atado de ropa, inmensa pena del alma, Que no permita la calma cuando en la siesta la encuentro, Blanca de canas sus cienes llevando ropa pa'l centro, Negro destino de barrio por que'l invierno es muy fiero, Labando ropas pa' otros, aunque no tenga pa'l cuero.
Si te acercas al arroyo hermano mira la espuma, Hecha por manos cansadas tan blancas como la espuma, Garzas que vuelan distantes encima de la espesura, Curiosean el cansancio por que es toda su fortuna, Sudor y bientre mojado, arroyo, ropa y espuma.