Cómo seguís a mi fueye Bailando la cumparsita, Canchereada, suavecita, Tranquila, sin contratiempos. Tus pasos llevan el tiempo Que marca mi bandoneón Y en el vaivén juguetón Del escote de una mina, Junás la mercadería Con ojos de sobrador.
Somos tres para entendernos. Yo, vos y mi bandoneón. A veces te sigo yo. Otras veces me seguís, Te parás, te haces el gil, Estirás la gamberola Y si la piba, muy piola, La esquiva con firuletes, Vos le ponés el membrete De una palmada en la cola.
Nada de conversación. Cuando vos bailás, bailás Y solo te concentrás En el ritmo y en los pies. ¿chamuyar? eso después, Cuando el bailongo a finito. Entonces sí, despacito, Entrás a darle la lata Y te llevás a la ñata Del brazo a tu bulincito...