Te veo con dos manos zurdas Manejar las riendas repartiendo tangos, Sentao en el pescante azul de un primer carro En un concierto de llantas y herraduras. El adoquín que gime tu dolor de barrio Despierta el sueño en las frabriqueras, Mientras te alejas en la noche vieja Que ya se muere...
Y te acompañan duendes (los de tu tiempo). Tras tu destino, tras tu quimera En un cuadro con fondo de reseda. Te veo y no te vi... pero presiento En el patio maternal, mateando sueños, Aprendiendo un idioma sin palabras Queriendo volar donde no hay cielo.
Pichuco: Yo, sin conocerte esperaba Igual que buenos aires tu talento Injertao a tu fueye cadenero Volviendo siempre... siempre, Siempre volviendo.