En el Paraíso no ocurría nada y cuando Eva dijo muerde la manzana se encendieron todas las luces de alarma y en ese momento no le mordió nada. Con una mirada que todo abarcaba buscaron que cosas les diferenciaban y hallaron que en todo se complementaban donde él terminaba ella comenzaba. Como daban vueltas y vueltas sin rumbo una voz les dijo de modo rotundo. No es bueno que el hombre esté solo se vuelven igual que los lobos no es bueno que el hombre no tenga pareja y que soporten el tiempo que quieran. No es bueno que el hombre esté solo se vuelven igual que los lobos que caigan, que crezcan, que sangren, que duela que no se sometan, que escapen, que metan.
En el Paraíso crecían las plantas y Adán, ya dijimos, no probó manzanas eligió una fruta mucho más jugosa y Eva por supuesto, se mostró curiosa. Eran los primeros no habían manuales así que observaron que los animales se chupan, se comen inventan variantes como si estuvieran muertitos de hambre... Cuando a duras penas deshacen el nudo el que inventa el mundo ordena ¡el segundo! No es bueno que el hombre esté solo se vuelven igual que los lobos no es bueno que el hombre no tenga pareja y que soporten el tiempo que quieran. No es bueno que el hombre esté solo se vuelven igual que los lobos que caigan, que crezcan, que sangren, que duela que no se sometan, que escapen, que metan.