Escuchando tu silencio, EntendĂ que no tenĂas nada bueno que contar. Era frágil tu memoria, Olvidabas cada hora, En que armamos dulces sueños, Bajo un cielo azul de mar.
Fui el canĂbal de tus labios, Cliente fijo en tu regazo, En dĂas de soledad. Quien malcriaba tu locura, Con paseos a la luna, Y hoy no soy más que una foto, Que se ahoga bajo un mar de lagrimas. Tu no has parado de llorar. Yo no me canso de luchar, Para intentarlo una vez más.