Tuve las piezas en mi mano de un puzzle incompleto, Donde toda la verdad se convertía en decreto, La ley, la fé, el rey la piel, pone el nivel del ser.
Delante de mi vista el cielo y el infierno son la pista, Una línea está marcada en Ceuta y Melilla, La libertad no es justa, ni la justicia libre, la desigualdad existe.
Y cuenta la historia que hay que conocer su pena y su gloria, Que nadie nace y muere entre laureles,
Y sabes, que todo tiene un precio, hasta el aire, que tú hueles.
Sientes la ausencia de humildad entre la gente, Quieren aparentar constantemente, Esclavos de sus vidas en sus mentes, somos de una clase superviviente.
[Estribillo] Y a quién regalas tu tiempo, Y a quién regalas tu vida, Y a quién le das tu aliento, No puedes más. ¡AH!
Y a quién regalas tu tiempo, Y a quién regalas tu vida, Y a quién le das tu aliento, No puedes más. AH! No puedes no.
El dinero siempre vuelve a los ricos, Tu trabajas para ellos para comprarle a ellos mismos. Todo es made in Taiwán, Singapur o en la China, Algodón de Portugal o fabricado en la India.
Vivimos un momento de inconsciencia, Con esa incertidumbre laboral nos desalienta. Tenemos demasiados vicios poco constructivos, Ellos lo prefieren porque amansan a las fieras,
La costumbre de que nadie escuche, nadie escuche, Escúchame, yo quiero que me escuches. Siente mi conciencia es mi palabra, para que luches.
[Estribillo] Y a quién regalas tu tiempo, Y a quién regalas tu vida, Y a quién le das tu aliento, No puedes más. ¡AH!
Y a quién regalas tu tiempo, Y a quién regalas tu vida, Y a quién le das tu aliento, No puedes más. AH! No puedes no.