"A mis amigos les adeudo la ternura y las palabras de aliento y el abrazo; el compartir con todos ellos la factura que nos presenta la vida, paso a paso.
A mis amigos les adeudo la paciencia de tolerarme las espinas más agudas; los arrebatos de humor, la negligencia, las vanidades, los temores y las dudas.
A mis amigos les adeudo algĂşn enfado que perturbara sin querer nuestra armonĂa; sabemos todos que no puede ser pecado el discutir, alguna vez, por tonterĂas.
Amigo mĂo si esta copla como el viento, adonde quieras escucharla te reclama, serás plural, porque lo exige el sentimiento cuando se lleva a los amigos en el alma.