Ahora que soy grande me habré dado cuenta que no todo es tan bueno atrás de la puerta de entrada de seis están el bife de chorizo y el vino. Están los vecinos casi siempre obedeciendo el destino del vigilante medio argentino, está la señora que todos adoran y es una abuela perfecta pero a un pobre pendejo que fumaba en una esquina, sin molestar a nadie, le mandó a la policía el pibe se comió un garrón de dos días adentro y la viejita nunca supo que el puntero era su nieto que el puntero era su nieto. Está el portero o encargado de edificio a veces es amigo pero, en general, es el corre-ve-y-dile de la excepcional ... ¡Están en capital federal! En provincias también el vigilante feudal el dueño de las vidas por ejemplo en Catamarca encana negritos y les cierra la puerta y sus hijos, educados con toda severidad, le hicieron la boleta a María Soledad. Este legislador progresista que termina votando para bien de los vecinos, lo mismo le parece ser travesti o asesino. Es el destino divino, tan fino, tan occidental y cristiano, cosmopolita y parisino, tan típico matute pero no el de don Gato el vigilante argento además es barato además es barato, es el estilo tan fino del vigilante medio argentino.
Compositores: Andres Calamaro Masel, Marcelo Hernan Scornik ECAD: Obra #2487970