Me han dicho que andás diciendo que no te importa de mí; que olvide yo tu cariño y no me acuerde de ti. Que mi amor te empalagaba me lo has dado a comprender; ¡La culpa vos la tuviste que me enseñaste a querer!
Por darme celos te fuiste en busca de un nuevo amor, dejándome con las penas destrozado el corazón. El juramento que hiciste, fue falso, sin ilusión; como castillo de naipes, el viento lo derrumbó.
Con tu ingratitud dejaste sumida mi alma en dolor: tal vez sepas algún día lo inmenso de mi pasión. Que mi amor te empalagaba me lo has dado a comprender. ¡La culpa vos la tuviste por eseñarme a querer!