Ha muerto ya mi amor, la fe perdida está, sin nada te quedaste ¡pobre corazón! Tu nombre para mí no tiene ya ventura ni alegría, ni sombra de ilusión. La vida te brindé, la vida y mucho más, y como te has burlado de mi hondo querer, por qué serás así, decí por qué te fuiste de mi lado si tanto yo te amé.
Chola... hasta las sombras me susurran al pasar, tu dulce nombre grato para mi alma, que siempre recordará llena de encanto. Chola... llena de dichas, aquella noche feliz, que me juraste siempre quererme tanto, que sin mí nunca jamás podrías vivir.
El tiempo pasará y de nosotros dos apenas un recuerdo en el mundo habrá. Tú fuiste para mí igual que Dios y yo nunca fui nada, mi vida, para vos. Pero si un día al fin llegaras a alcanzar la realidad que sueñas tan solo tu ilusión, no olvides de que yo todo te di, no olvides que te quise con todo el corazón.