Ser como un rosal quisiera, Del jardín de tus amores, Para brindarte las flores Más hermosas del rosal Y cantar esta ternura De mi cariño profundo Que en el mundo, no hay igual...
Como una plateada estrella Que en el cielo está fulgente, Quiero dejar en tu frente Todo el querer que hay en mí. Ser ruiseñor y cantarte, Ser perfume y embriagarte Con este amor, Que vive solo para ti.
Quiero ser música triste En una noche serena, Que viene a contar su pena En la más suave canción. Ser la voz del arroyuelo Que te dice en su armonía... ¡eres mía, mi corazón!...
Pero ni rosal, ni estrellas, Ni aves, armonías o flores, Deben brindar mis amores En este humilde cantar, Y decirte buenamente Que te quiero, pero tanto Como jamás nadie En el mundo te querrá…