Fue una piba diquera en el barrio de antaño, y sus sueños vivieron en los bailes de tango; color bruno su piel fuego y candor en sus ojazos. Se llamó “Viborita” la recuerdo en el patio, patio azul, color vida que alegraba mis días. Ilusión de percal en el portón, eras mi amor.
Hoy sos ilusión de ayer y vas con otro querer, yo no puedo comprender como tanto te soñé. Es la vida que castiga, dejando un fantasma en la noche larga de mi negra soledad.
Siempre estás en mi alma sangre en mí tu recuerdo. No podría olvidar tu gran amor tesoro mío. Fuiste más que la vida y sos más que la muerte. Al perderte quedé sin corazón muerta mi fe.