Juan tenía 23, cuando por fin se dió cuenta de que, quería ser mujer, y también tener su pepa, le confesé a su mamá, creo que me gusta la verga.
Ya me compre una peluca, ya me inyecte silicon, quiero un muchacho fuertote, grande, peludo y vergón que me llene de caricias y colme mi hoyo de amor.
Juan pero que estás diciendo, le dijo su madre santa, tu ya naciste machito, y ahora porque te me rajas, si no te gustan las viejas, ahora mismo te me largas.
(hablado) marrrrano.
Juan se fué pa'l otro lado, llevó en su culo ilusiones, dijo, por una jarocha, vendo mi ojete a cabrones, al cabo que si no me alcanza, yo me la arranco a estirones. No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no se llegué, la operación resulto, le quitaron el tolete y el nombre se lo cambió, nada detuvo al traveste. De california a florida, desde a laredo a chicago, yoana se metió vergas, la puta nunca se harto, hasta que un negro cobarde, a sentones la mato.