En esta noche de capricho y de fandango, no sé con qué me van a hablar a mí de tango. Si en los portones de Palermo fui como el patrón, juego de taba y milonga. Y en la mistonga domingada en los corrales fui respetado como en tantos carnavales. ¡Cuántos recuerdos queridos! ¡Cómo poder olvidar!
¿Dónde quedó mi casa vieja, con sus glicinas y el balcón? Y aquel susurro juvenil humedecido de emoción tras de las rejas. Patio de piedras desparejas bajo la sombra del parral con mi guitarra y mi canción. ¡Si me dan ganas de estrujar al corazón!
No quiero hacer jamás alarde de mi rango pero no sé con qué me van a hablar de tango Con pantalón de fantasía y taco militar, ¡si habré copado paradas! En madrugadas de caprichos y fandango, lo que se baila es cualquier cosa menos tango. Tango era el que antes bailaron El Mocho y El Cachafaz.