Al poeta francés Paul Verlaine le gustaba rimar "plaine"(llanura) con "peine"(pena). Para Atahualpa Yupanqui, la pampa -esa palabra quechua que significa llanura- rima internamente con la pena: un dolor antiguo de muchos años o más bien siglos, de esa raza antigua de sus progenitores, a la que cantó en su "CAMINO DEL INDIO". Este dolor ha sido algo tan habitual durante tanto tiempo, que es para el poeta como una compañía. ¡Qué imágenes más expresivas las de esta zamba, que narran lo que podríamos calificar como inercia espiritual, algo que el viajero conoce perfectamente, en todas aquellas ocasiones en las que el alma de uno se niega a seguir a su cuerpo: "Cuando se abandona el pago/ y se empieza a repechar/ tira el caballo adelante/ y el alma tira pa' trás" Porque las cuestas del alma son aún más pronunciadas que las del camino y no resulta muy difícil abandonar aquello que tanto hemos querido. De las numerosas versiones del tema destaquemos las de Mercedes Sosa, la del Cuarteto Zupay y, desde luego, la del propio Yupanqui.
LA AÑERA - Letra: Atahualpa Yupanqui / Música: Nabor Córdoba
(Zamba)
¿Dónde está mi corazón, que se fue tras la esperanza? Tengo miedo que la noche me deje también sin alma.
¿Dónde está la palomita, que al amanecer lloraba? Se fue, muy lejos, dejando sobre mi pecho, sus lágrimas.
Cuando se abandona el pago y se empieza a repechar, tira el caballo adelante y el alma tira pa' trás.
Yo tengo una pena antigua: inútil botarla afuera. Y como es pena que dura, yo la he llamado la añera.
¿Dónde están las esperanzas? ¿Dónde están las alegrías? La añera es la pena buena y es mi sola compañía.