Manuel José Castilla nació en la bella población salteña de Cerrillos en 1908 y es autor de una veintena de libros de poemas, que escribió ininterrumpidamente hasta su fallecimiento ocurrido en la ciudad de Salta el año 1980. Pero sobre todo, Castilla ocupa un puesto de honor como autor de poemas del cancionero popular argentino. Su dominio de la lengua y su sensibilidad sorprenden al lector y le hacen ir poco a poco descubriendo nuevos significados, cuando relee sus versos. Cada palabra de cada verso está escogida con sumo cuidado y ensambla perfectamente, creando unos juegos de palabras que son característicos del autor. "La cara se le enharina, /la sombra se le enarena/ Cantando y desencantando/ se le entreveran las penas" escribe en su magnífica zamba pomeña. Aquí Castilla tiene acentos lorquianos y del romancero español en esta obra, que es una pequeña joya perfumada como el romero. Y a la que hay que unir una partitura musical del tucumano Rolando Valladares, tan inspirada como todas las suyas.
ZAMBA DEL ROMERO - Letra: Manuel José Castilla / Música: Rolando Valladares
(zamba)
Esta penita que tengo, la tengo porque yo quiero; me la ilumina la luna, me la perfuma el romero.
Cuando ella se fue llorando, -vidita, ¡cómo la quiero!- quedó el pañuelo solito y sin perfume el romero.
Flor de romero, ¿quién te ha cortado? Está, sobre mi guitarra, tu corazón marchitado.
Un pañuelito me ha dado; lo tengo, porque yo quiero; mojado está de su llanto y lo perfuma el romero.
¡Qué penas penan las coplas, que caben en un pañuelo! Si hasta se apena la sombra olvidada del romero.
Compositor: Manuel José Castilla (letra) / Rolando Valladares (música)