¿Qué te pasa, Manuel? ¿Tú qué crees, mujer? Hartos de trabajar y no tenemos para comer. Tranquilo, Manuel, todo tiene su fin. ¿Pero cuándo, mi amor, si la vida flaquea ante mí?
Unos la buena vida a costa de los demás y a nosotros en la desgracia sólo nos queda soñar. Sueño de mil colores que mi alma quiere tocar, sueños muy lejanos que el nuevo día se llevará.
Mientras ellos sonríen, a otros nos toca llorar lágrimas de sangre que desembocan en el mar.
Un mar incierto de miseria y desilusión, un mar cautivo como el obrero del patrón.
Obrero, levanta tu puño emancipador golpeando sin miedo al tirano explotador. Obrero, despierta, no pierdas la ocasión de escribir la historia a una nueva generación.
Hasta siempre, Manuel, nunca te olvidaré, flores en tu tumba te pone tu mujer.
Tranquilo, Manuel, todo tiene su fin, esa porra asesina yace junto a ti.