Que es lo que hago en esta iglesia yo que no creo en tu Jesús, con un vacío que me pesa, ahora que ya no estás tú.
Tu casi hablabas como un cura, a fariseos que no creen, que lejos queda la amargura. Ernesto, no te he vuelto a ver.
Dios se fue, Dios no existe, lo sé, Dios no está, yo no creo y tu no me convencerás.
Era un discurso sin finalizar, mientras yo me perdía, sin ver el futuro, Se rezaba en la iglesia y la comunidad era un rayo de luz que nacía brillando en lo oscuro.
Ahora, Dios se fue, necesito de él, Dios no está, mi oración es solamente blasfemar.
El mundo con indiferencia, viene a tomar solo un café, y con su tonta negligencia, muere la gente fuerte como él.
Porque Dios se fue, yo estoy solo sin él, te digo que Dios no está, y que tu voz ya nunca me responderá.
Lo he buscado hasta el fondo de mi voluntad, mas la fe es un regalo de Dios para el mundo, el domingo lo supe, tu estabas allá, era como una luz que nacías brillando en lo oscuro.
Pero Dios no está, no, Dios no está.
Que es lo que hago en esta iglesia llena de gente como tú, que quieren aun creer en su presencia mientras mi voz en su silencio escuchas tú.