Con mi ropa sucia en una silla y mi cama con muy mal aspecto, con tu foto que me humilla, vivo en un desorden imperfecto.
Con la barba ya de siete días, la colada se va amontonando, no tengo camisas, seguiré engordando, un desastre en el espejo, mas...
Viva la libertad, de tomarte la vida así, tal como viene, dejándote llevar, porque un hombre sin nadie mejor se defiende. viva la libertad, las mujeres te absorben mas pronto o mas tarde, todo esta visto ya, he aprendido a emplear como escudo, la libertad.
Tras la tempestad viene la calma, la ventana esta llena de idilios, siento ganas de cruzarla, ver una película de niños.
Mira, dictador cariño mío, yo sin ti continuare lo mismo, seguiré viviendo aun sin tu permiso hoy, mañana y siempre se verá.
Viva la libertad, yo quisiera ser mas egoísta que un gato, pero con la humildad de aceptarme tal cual, porque nadie es perfecto, viva la libertad, cada día que pasa se vuelve más dura, y si no te la dan se convierte en locura, pero esto es la libertad.
Un domingo más, que mal, por estar sin ti, demasiada libertad para estar aquí, es tu amor el último, pero no el final, es un simple accidente que rompe mi libertad.
Nada que comentar, acabado el verano de nuestros pecados, solos en este bar, envidiando el valor de los enamorados, que nos sucederá, jugaremos un juego de amores cruzados, o no se encontrarán y habrá sido de idiotas perderse en la libertad.
Si, seria de idiotas, sería un final fatal, que dos enamorados prefieran la libertad.
Compositores: Marco Masini (Sexpier), Giancarlo Bigazzi (Bigazzi Arlo), Roberto Dati ECAD: Obra #276269