Ese mar inmenso que nos acaricia, mientras caminamos, pies desnudos, por la orilla, ese mar inmenso necesitaría, y ese sol intenso que al salir nos da la vida, para los amores, flores de un verano, necesitaría sal que cure los engaños, de sonrisas blancas entre labios rosa, de un millón de estrellas que en el cielo son hermosas.
Ese mar inmenso, ese mar profundo, ahora que me dejas como un perro vagabundo, ese mar inmenso con sus tempestades para ahogar mis penas de mentiras y verdades. Ese mar inmenso sobre nuestra vida, que dejase a flote mi esperanza ya perdida, tabla salvadora, tabla a la que yo me aferro que traerá sin duda, espero, ese mar inmenso.
Ese mar inmenso donde naufraguemos, como aquella extraña historia de delfines que buscan una playa, mueren juntos, nadie sabrá porqué, como yo lo haría ahora, cariño mío, lo haré.
Ese mar inmenso, ese mar profundo, ahora que me dejas como un perro vagabundo. Ese mar inmenso con sus tempestades para ahogar mis penas de mentiras y verdades. Ese mar inmenso, ese mar de amores, ese mar inmenso, ese mar inmenso, ese mar inmenso, ese mar tan inmenso.
Compositores: Giancarlo Bigazzi (Cartavetrata), Marco Masini (Sexpier), Gianna Albini ECAD: Obra #41159239