Abuelita, abuelita, pasito lento y tu piel suavecita, Aferrada a tu mecedor tejiendo el tiempo, Bordando el amor con tu mirada Puesta en un rincón, triste y lejana meciendo el adiós. El invierno otra vez llegó y con el frío la humedad, El dolor ese recuerdo que quebró tu piel Y tus deseos de vivir también.
Abuelita, abuelita, pasito lento y tu piel suavecita Abuelita, abuelita mi viejita, Más de setenta y sigues estando bonita.
En tu memoria vaga una canción La serenata en un domingo de sol Cuando la lágrima de pronto asomó Y te das cuenta que el tiempo voló.
Cómo no voy a acordarme cuando amasabas en casa Y jugaba a las escondidas para robarte el pan de la cocina Y los domingos en familia èramos más de veinte Rodeando la gran mesa y el asado a la parrilla El vino, el fútbol después Y las famosas discusiones de los mayores Que si la política, que si la plata, Que si aumentó el costo de la vida. Que si el perro viejo mordió a uno de los chicos yo no sé, Terminábamos siempre igual Como todos los domingos, a las patadas. Pero a la semana siguiente Volvíamos como siempre a casa de la abuela. A tu casa, a la casa de la viejita bonita de la abuelita. Abuelita, abuelita...
Compositor: Hector Eduardo Reglero Montaner ECAD: Obra #39681014