Pero yo tengo fe en que la vida será más larga que hasta donde podamos hacer la historia; que se acaben las palabras, las consignas, las miserias y la fobia.* No sabemos a dónde vamos, ni la Visa que necesitamos; todo está muy controlado, hay botones por todos lados.
Y estamos prendidos de la palabra, del sueño, de la condición.** ¿Somos felices? Casi nunca, y sigue el hambre en el corazón.
Inventamos tantas cosas para hacernos desiguales, para pisarnos las caras, para que todo se acabe. Vendrá mi hijo a preguntarme,*** yo moriré sin entender. Buscamos mirando hacia arriba y sólo sigue habiendo estrellas.
Y estamos prendidos de la palabra, del sueño, de la condición.** ¿Somos felices? Casi nunca, y sigue el hambre en el corazón.
¡Que atrape el coyote al corre-caminos! Pinocho es posible que escape del Sida. Ni Batman, ni Marx, ni la Virgen María podrían llenar tus vacíos, mi vida. No, no, no, no...****
Y estamos prendidos de la palabra, del sueño, de la condición. ¿Somos felices? Casi nunca, y sigue el hambre en el corazón.
Pero yo tengo fe en que la vida será más larga, que hasta donde sepamos hacer la historia.*****