Montañas, de verde azulado En mañanas, amaneceres habrán respaldado Y el rocío matutino con el sol ha reflejado Y colores angelicales cubren albas en los prados
Despierto, y lo observo por mi ventana Ganas de ladrar palabras descriptoras de esta fauna Camino sintiendo viendo juegos en el Medioevo Cuando el humano se calienta con abrazos no con saunas
Cabalgar millonadas varias de campos en sus hectáreas Ver el cielo estrellado, distinguir la franja láctea Espadazos en práctica de la furia hacen despojo Acá no hay injusticia: Diente por diente, ojo por ojo
Mi desorden es mi orden, el humano aún es libre No hay reglas sociales que te digan cómo se vive Nadie es pene, topo, fofo, un palo, un cero, un sifón Si no que se agarran los libros y leen hasta el colofón
En este mundo marcas, tu propio punto de partida Retirarse es ahorrar tiempo, no te burlan cómo huída Acá no hay gente que piense que tu vida es la escuela Se imparte que un poco aprender (en institución) es parte de tu vida
En la tierra estudiamos treinta años para trabajar Despertar, cobrar y papeles ganar La obligación debería ser de la vida disfrutar Ver el paisaje nombrado y sumergirse en este mar
Estatuas labradas de héroes, adornar las hornacinas Prendo fuego esta leña en mi comedor cocina Que pase un juglar con hidromiel de mi mesada Y recuente hazañas hechizadas con su lira cristalina
Acá, se cree en la palabra, se es alumno y profesor No gana el de más edad, si no el que piensa mejor No se discriminan ideas porque vienen de un menor Nadie se mueve por plata, todos corren por honor
Donde nadie disfruta del sufrimiento y el morbo Donde la amargura es un trago de un solo sorbo Se traga, se apoya fuerte el vaso en la barra ¡Y que traigan el festejo de la gente en una jarra!
Hay una arena de combate Donde reyes y peones con sus guadañas se baten Donde gente en las torres de golpes hacen debate Y festejan a todo grito cada micro hacke mate
Cuando el adversario cae, su oponente lo levanta Para curarlo lo alza y todo su peso aguanta Lo baña, venda, peina, perfuma y bendice Y nos muestra su acto para que seamos aprendices
Acá los desconocidos te aceptan en su casa Si te encuentran tuerto muerto ellos te tejen la mortaja No habrá lugar para dichas macabras Porque al disfrutar la vida inmortalicé mis palabras