Anoche bajó del cielo el astro más reluciente, el resplandor que traía me iluminó de repente, el resplandor que traía me iluminó de repente.
Entre sus labios blanqueaban como de nieve sus dientes, cuando su dulce sonrisa allí se me hizo presente, cuando su dulce sonrisa allí se me hizo presente.
Me saluda la frondosa caricia de su mirada, como luceros por miles, en mis sentidos entraban, como luceros por miles en mis sentidos entraban.
Me olvidé de los pesares que en otro tiempo me dio y recibo al veleidoso con mi cariño mejor, y recibo al veleidoso con mi cariño mejor.
Cuando canta me parece el más sabio entre los sabios, su figura se agiganta como el roble en el verano, su figura se agiganta como el roble en el verano.